Tal como indica el título, un ingeniero de Wisconsin (no es broma) fabrica un arma de fuego en plástico con una impresora 3D. La impresora 3D se trata de una vieja impresora Stratasys de más de 15 años. Tras conseguir los ficheros CAD de las piezas en Internet, adaptó ligeramente los ficheros para fabricarlos en plástico y pasó a imprimirlos en ABS. Posteriormente las piezas necesitaron de ajustes y refuerzos adicionales, pero el arma es operativa. El ingeniero, Michael Guslick, asegura que ha realizado más de 200 tiros con el arma. En su blog explica como fabricó el arma de una forma relativamente sencilla para lo que todos pensábamos que serían este tipo de productos.Teniendo en cuenta que utilizó una impresora 3D antigua (como se aprecia en las fotos no cuenta ni con la opción de soporte soluble que tienen las actuales) y que la precisión de estas máquinas no es comparable a las actuales, el resultado nos parece de gran mérito.
Enlace a la noticia
